DiarioSanRafael. La semana pasada, una paciente epiléptica grave de 6 años fue autorizada por la ANMAT para consumir aceite de cannabis a fin de palear las constantes crisis.
Al respecto, consultamos la opinión de un médico neurólogo local. El caso de esta niña es uno de los ochenta y cinco que hay en Argentina, y es también el primero que se registra en nuestra provincia. La pequeña tiene epilepsia refractaria (es decir, que no responde a tratamientos convencionales), por lo que se buscan «soluciones alternativas». Le han llegado a dar varias convulsiones diarias desde muy chiquita, al punto de generarle problemas serios de tipo cognitivo y motriz.
En la búsqueda de mejorar la calidad de vida de su hija, el padre luchó incansablemente para que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) le permitiera el uso de cannabis con supervisión médica. Finalmente lo logró, y ahora está autorizado a comprar aceite en Colorado (Estados Unidos) a través de CN Botanicals, pagando 350 dólares los 125 mililitros.
El neurólogo y psiquiatra local Mario Alday, en diálogo con el diario de los sanrafaelinos, explicó que éste es un tema bastante controvertido y hay que evitar los conceptos erróneos que giran en torno del consumo de cualquier sustancia exógena. Recordó que en algún momento se creyó que la cocaína podía servir para frenar hemorragias nasales, hasta que se determinó que es una droga de consumo que produce daños.
«La marihuana, como sustancia, tiene algunas aplicaciones terapéuticas; es verdad que evita el vómito en los pacientes oncológicos provocado por la quimioterapia, también es verdad que en pacientes ansiosos mejora la ansiedad. O sea que tiene algunos usos aplicados a la medicina, y yo creo que cada vez más extendidos (…) pero eso no significa que ahora vamos a salir a la calle a consumir marihuana ‘porque nos vamos a sentir mejor'», expresó Alday.
Si bien el médico se muestra a favor de la despenalización del consumo de marihuana en general, considera que el Estado debería interceder al igual que lo hace con otros productos que son potencialmente dañinos, como es el cigarrillo, por ejemplo. «No es igual que un chiquito de 14, 16 o 20 años fume marihuana, a que un señor de 40 fume con sus amigos. Todo tiene un contexto. Yo pienso que es un tema con el que hay que tener precaución. No hay que dramatizar ni criminalizar», señaló.
Explicó que en San Rafael le ha tocado poco ver casos que requieran del cannabis, pero tiene el de una paciente que padece corea de Huntington (una grave y degenerativa enfermedad neurológica), que ha mejorado bastante gracias a un «brebaje» que su madre le prepara con cogollos de marihuana macerados en aceite de coco. «Ella, clínicamente, está mucho mejor, pero estamos hablando de una corea de Huntington», aclaró.
«Hay que tener cuidado porque, si bien tiene algunos usos terapéuticos, se ha demostrado que la marihuana es el primer peldaño en el consumo de otro tipo de drogas en la gente joven», concluyó.
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